EL NÉCTAR SAGRADO DE LOS INCAS

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La "chicha de jora" fue el néctar sagrado de los incas. La bebida predilecta del tayta Inti. Actualmente, la favorita del norte del Perú.


La chicha en el ande norteño es consumida después de suculentos platos típicos como el cuy guisado; asienta la comida exquisitamente. Es un placer que sólo el cholo andino tiene el privilegio de gozar.

Muchos visitantes del interior del país, y porsupuesto del exterior, quedan maravillados por su madurez, por su peculiar sabor. No hacen más que admirarla y saborearla mientras la tienen a su alcance.

En la chacra, los peones no remueven la tierra, sin antes haber probado el rico el néctar que les dará fuerza y vigor. Éste acompañado de su “bolo” de coca en un lado de la cara. Nadie, absolutamente, nadie, trabaja sin la bendita hoja de coca, y el néctar sagrado del taita Inti. Chicha antes de empezar la jornada, chicha después de cada hora, chicha a la hora de almuerzo, y como broche de oro: chicha al final de la jornada.

Es tan indispensable esta bebida como la herramienta de trabajo. Sin herramienta no hay trabajo; sin chicha no hay valor ni energía para ejecutar la faena. En los palos cilulos, mientras la gente forma el ruedo para derribar a machetazos la “yunsa”, simultáneamente don Don Guillermo canta ese carnaval conocidísimo por todos los norteños, “arriba caballo blanco cilulo…”.

En tanto el machetazo penetra en el tronco añoso al ritmo de la música, la chicha del taita Inti es degustada y catada por las nerviosas parejas que no hacen ningún esfuerzo para derribar el árbol cargado de frutas y regalos, el motivo: nadie quiere devolver doblemente el palo para el siguiente año, como es tradición.

Caído el árbol y alborotada la gente por ganar las frutas o los regalos, los repartidores de chicha baldean el néctar sagrado encima de aquella gente desesperada que busca alcanzar un juguete o una fruta. Otra de las costumbres, muchas mujeres, ansiosas, esperan los domingos para pintarse el rostro de chapitas rosadas, sus labios ásperos con vaselina y unos cuantos ganchos de colores a la cabeza.

Tres o cuatro polleras de lana; un sombrero de palma y ya están preparadas para bajar el sinuoso camino durante varios cuartos de hora y llegar pueblo. Primero expenden sus animales o sus tubérculos, luego pasan a esas casitas vetustas, que llevan puesta desde sus ventanas una bandera blanca horizontal que flamea al ritmo de los fuertes vientos andinos.

Allí expenden aquella bebida que por varios días las mujeres esperan ansiosas para satisfacer a su famosa "solitaria" que empieza a pedir "chicha" a gritos ya desde los sábados. Se reúnen varias mujeres, piden una jarra con chicha, luego otra, así sucesivamente, hasta que empiezan a cantar y a rivalizar con el grupo de hombres que está al frente ellas. No hay pudor.

Hablan groserías y nadie se ruboriza. Momentos después si no hay broncas de género: guerra entre hombre y mujeres, nace la cizaña entre las mujeres, empiezan a lidiar. Primero se lanzan lisuras, después se agarran de las trenzas, se sueltan, se revuelcan, nadie las separa. Se cansan, se ríen y siguen tomando el néctar sagrado de su jefe Inti.Esa es la rica y distinguida chicha de nuestros antepasados. salud por eso...!!

4 Responses to “EL NÉCTAR SAGRADO DE LOS INCAS”

  1. Muy interesante el blog; mis felicitaciones y saludos.

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  2. Anónimo3:36 p.m.

    Que interesante. Ojala un dia pueda visitar su pais y tener el privilegio de probar la chicha de jora. Saludos.

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  3. Esperamos tu visita, Isabel. la chicha es uno de las bebidas bandera de nuestro país, pero también posee una rica flora y fauna peculiares; además de ciudades coloniales como Cuzco, arequipa o Trujillo. Ojalá te animes a visitarnos.

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  4. Felicitaciones si nos dieran los ingredientes y como preparar sería estupendo así nuestra bebida no se perdería. Gracias

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